GUÍA CIUDADANA DE PRE CRITERIOS DE POLÍTICA ECONÓMICA

En 2020 los gobiernos de todo el mundo se enfrentaron a retos sin precedentes en materia de salud, finanzas públicas y economía derivados de la pandemia de COVID-19, que provocó la peor caída de la actividad económica global desde la Gran Depresión. Sin embargo, al ser una crisis por diseño, al disminuir las medidas de confinamiento comenzó una acelerada recuperación del ritmo de crecimiento de la economía mundial. En este contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó en enero una recuperación del PIB mundial de 5.5% en 2021. Entre los riesgos para la recuperación destacan la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, los posibles retrasos en la vacunación y la volatilidad en los mercados financieros.

El FMI estima que las economías avanzadas crecerán al 4.3% en 2021. Asimismo, los efectos de derrame que tendrán los estímulos fiscales de las economías avanzadas y el impacto favorable del restablecimiento de las cadenas globales de valor podrían acelerar el ritmo de expansión de la actividad económica.

El FMI estima que crecerán al 6.3% en 2021. En lo que respecta a América Latina y el Caribe, se prevé una recuperación de 4.1%. Entre países, se espera que algunas economías emergentes puedan permanecer por debajo de su nivel pre-pandemia por más tiempo que las economías avanzadas debido a la escasez y posibles complicaciones en la distribución de las vacunas, lo cual limitaría sus oportunidades de reabrir totalmente las actividades económicas.

En materia de empleo, conforme avance el programa de vacunación, se espera una mejora notable del mercado laboral que, aunado a un flujo de remesas resiliente, seguirá apoyando el consumo privado de la población.

Aunque se han observado algunas presiones al alza sobre los precios de las mercancías no alimenticias, productos pecuarios y energéticos, se prevé que sean transitorias y la inflación cierre para 2021 dentro del rango de variabilidad del Banco de México, en 3.8%. Para finales de 2022, se estima que la inflación se ubique en 3.0%.

Con relación al sector financiero y monetario, las mejores expectativas económicas para 2021 se sustentan en el comportamiento de la volatilidad de los mercados financieros, que se ha reducido de manera importante respecto a 2020, lo que ha provocado un restablecimiento significativo de los flujos de capitales hacia economías emergentes como México. Con respecto al tipo de cambio, este se ha estabilizado con respecto al punto más alto presentado el 23 de marzo de 2020 de 25.36 pesos por dólar, y se espera que en promedio se ubique en 20.4 y 20.3 pesos por dólar en 2021 y 2022, respectivamente.

Para 2021 y 2022 se utiliza una tasa de interés nominal promedio de 4.0%, que toma en cuenta las previsiones sobre la política monetaria ante las condiciones actuales de crecimiento y las firmes expectativas de inflación de mediano y largo plazo.

Aunque el mercado petrolero presentó episodios de alta volatilidad durante 2020, se prevé una progresiva normalización de las condiciones en el sector a nivel mundial. Para 2021 se considera una plataforma de producción de 1,794.0 miles de barriles por día (mbd), así como un precio del petróleo promedio de 55.0 dólares por barril (dpb). Para 2022 se estima un precio promedio del petróleo de 53.1 dpb, y una plataforma de producción de petróleo promedio de 1,867 mbd. Cabe mencionar que este incremento de producción está sustentado en el aumento de la inversión en exploración y extracción por parte de Pemex, particularmente en los nuevos desarrollos en aguas someras y áreas terrestres, que se verá complementado por los avances de las empresas privadas en sus Planes de Desarrollo para la Extracción.

La mejora en la actividad económica, la consolidación de las medidas para maximizar la recaudación tributaria y el restablecimiento gradual de la movilidad, significarán un crecimiento real proyectado de los ingresos tributarios para 2021 de 4.0% respecto al cierre de 2020 y 7.1% para 2022 respecto al monto aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2021. Además, se calcula que los ingresos presupuestarios en 2021 se incrementarán 5.6% real respecto al monto aprobado este año y superarán los 6 billones de pesos.

Los mayores ingresos permitirán dedicar más recursos a los programas y proyectos estratégicos, que están fortaleciendo los ingresos y oportunidades de desarrollo de las familias y grupos de la población en mayor situación de vulnerabilidad, principalmente en la región Sur-Sureste. Para 2021 se estima un crecimiento del gasto neto total de 3.3% mayor que al cierre de 2020 y para 2022 se proyecta un crecimiento del gasto total de 3.7% real respecto a lo aprobado en 2021. Para este año, al interior, el gasto programable pagado crecerá 3.0% real con respecto al monto aprobado mientras que el no programable crecerá 5.6%, incluyendo un incremento estimado de 7.9% real en las participaciones que por ley corresponden a las entidades federativas.

Se estima que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia de déficit, se ubicará en 3.3% del PIB lo que permitirá en 2021 disminuir el Saldo Histórico de los RFSP (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda del Sector Público, a 51.4% del PIB y colocarlo en una senda decreciente.

En 2022 se reafirmará la política de responsabilidad fiscal con perspectiva de largo plazo que ha caracterizado al Gobierno de México, y que tiene como objetivo reducir la deuda como porcentaje del PIB y liberar recursos que actualmente se usan para su servicio, y destinarlos a reducir las desigualdades regionales y entre grupos de la población, impulsar el desarrollo y la actividad económica y mejorar el bienestar, sin comprometer los recursos de generaciones futuras.